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¿Puedo electrificar mi barco?

¿Qué haremos con todos los barcos construidos hasta ahora?

A diferencia de la industria automotriz la náutica ha comenzado por la reconversión de barcos y esa es una gran ventaja. Las posibilidades son muy variadas: propulsión eléctrica de transmisión  SailDrive o por eje, motores fueraborda para embarcaciones auxiliares (pronto veremos fuera borda de grandes potencias), o motores híbridos capaces de propulsar mega yates de más de 200 pies de eslora.

La electrificación de barcos ha madurado su tecnología para ofrecer mayor autonomía, equipos más seguros y pronto se convertirá en habitual ver cargadores rápidos en los puertos y clubes náuticos. Muchas de las persona usuarias de coches eléctricos también utilizan barcos y consideran necesario un cambio.

La mayoría de las instalaciones actuales de motores eléctricos corresponden a re-motorizaciones. Y no, no es que arrojen sus motores por la borda, simplemente es que su motor térmico ha llegado al final de su vida útil y en lugar de cambiarlo por un nuevo motor térmico lo cambian por un propulsor eléctrico sabiendo que tarde o temprano será la evolución natural.

Ser más concientes

Cada vez más personas se comprometen a realizar un cambio por la salud del mar y no solo se trata de llenar bolsas de residuos plástico desde la costa. Así como cuidamos la calidad del aire en las ciudades es necesario cuidar la calidad del agua en la que navegamos, al menos por la parte que está a nuestro alcance.

«Cada vez más personas se comprometen a realizar un cambio por la salud del mar»

Los barcos con propulsión eléctrica o híbrida van ganando cuota de mercado en diferentes sectores marítimos, particularmente en el profesional, por lo que ha llegado a la náutica deportiva con un importante bagaje de conocimiento. La tecnología ha permitido equipar ferris, barcos turísticos, remolcadores, etc. Son embarcaciones que pueden aprovechar las estadías cortas en puerto para recargar sus baterías y navegar con 0 emisiones. Todo este desarrollo ha permitido que la náutica de recreo encuentre soluciones efectivas y probadas. Uno de los sectores más cercanos a nuestra actividad que se ha visto beneficiado son los barcos de alquiler, particularmente los que operan en parques naturales o espacios protegidos, donde están prohibidos los motores de combustible fósil,  y en general por la reducción de los costes de mantenimiento.

¿A vela o a motor?

Hace casi dos siglos de la primera referencia de una embarcación con propulsión eléctrica, pero en la última década el desarrollo fue exponencial. Indudablemente los avances en las baterías, cada vez más ligeras y con mayor capacidad, han sido un gran impulso, pero existen otras opciones como las pilas de combustible o los motores híbridos.

Indudablemente las embarcaciones de vela son las más beneficiadas a la hora de instalar un motor eléctrico y por varios motivos. El principal es que un velero utiliza el motor para dejar su amarra y en cuanto sale por la bocana del puerto ya puede utilizar sus velas para navegar, por lo que el consumo eléctrico es escaso. La siguiente ventaja es que al navegar a vela a determinada velocidad podría “hidrogenerar”; es decir: el mismo motor puede generar electricidad aprovechando el giro de la hélice y así recargar las baterías. También pueden utilizar hidrogeneradores externos, paneles solares, generadores eólicos y si fuera necesaria mayor autonomía se puede instalar un generador eléctrico y con un reducido consumo de combustible ampliar formidablemente sus capacidades.

«El mismo motor puede generar electricidad aprovechando el giro de la hélice.»

Las personas usuarias de embarcaciones de motor también cuentan con opciones; si bien, la autonomía es menor debido a que el caudal de energía necesario para que una embarcación despegue el casco del agua y planee es mucho mayor. Para obtener una autonomía apreciable es necesario navegar entre 8 y 12 nudos. Esta situación ha generado un cambio muy importante en la forma de navegar: ya no es necesario ir a 30 nudos con ruido, vibraciones y contaminación, para llegar a una cala y disfrutar de la naturaleza; ahora es posible disfrutar de la navegación en silencio o de una buena charla mientras se navega escuchando el ruido del agua.

La oferta de barcos eléctricos de todas las esloras y modelos conocidos crece día a día e incluye innovadoras propuestas, como los equipados con foils.

Más opciones eléctricas

Ya existen barcos a vela y propulsión eléctrica desde las esloras más pequeñas hasta mega yates de decenas de metros. motos de agua eléctricas, lanchas eléctricas con o sin foils, tablas de surf, prácticamente, a todo lo que flota se le ha puesto un motor eléctrico, podríamos decir hasta submarinos, pero en realidad éstos fueron los precursores en la propulsión híbrida diésel-eléctrica.

«El motor eléctrico no requiere mantenimiento y prácticamente no tiene piezas que puedan romperse.»

La propulsión eléctrica ha encontrado en el mercado de los mega yates un excelente nicho, debido a que la normativa en este tipo de embarcaciones es muy restrictiva con el transporte y almacenamiento de combustibles fósiles, por lo que las embarcaciones auxiliares con propulsión eléctrica les ofrece una interesante solución.

Reducción del mantenimiento

El paso del tiempo ayudará a reducir costes, pero si simplemente analizamos el ahorro en combustible, cambios de aceite, filtros, correas etc. es muy posible que el cálculo final nos salga a cuenta. El motor eléctrico no requiere mantenimiento y prácticamente no tiene piezas que puedan romperse. Las baterías duran entre 7 y 10 años y para cuando sea necesario el cambio seguramente habrán mejorado y durarán más con mayor eficiencia.

Motores híbridos

Posiblemente la opción híbrida sea la más eficiente para una transición hacia sistemas que ofrezcan más autonomía. Hay quien piensa que un híbrido sigue siendo un motor a explosión, pero no es así, los generadores de CC o AC son muy eficientes en cuanto a consumo y emisión de gases. Es una excelente opción para aumentar puntualmente la autonomía de un velero en una travesía más larga de lo habitual.

A correr carreras

El mundo de la competición no ha quedado exento de la electrificación. La renombrada regata en solitario Vendée Globe, ha contado en su línea de salida con más de una embarcación que ha dado la vuelta al mundo sin quemar combustibles fósiles. Ya lo había intentado Bubi Samsó con el Acciona 100% ecopowered, en la edición del 2012, también el barco del neozelandés Conrad Colman con un motor Oceanvolt al igual que el Hugo Boss de Alex Thomsom por lo que la seguridad y fiabilidad de estos motores está más que asegurada.

«Más de una embarcación ha dado la vuelta al mundo sin quemar combustibles fósiles».

Ya se ha presentado el primer modelo de Race Bird que competirá en las E Series que promete ser una espectacular competición de lanchas con motor eléctrico desarrollado por Mercury.

¿Por dónde empiezo?

Las posibilidades de electrificación de un barco son muy variadas pero lo más importante es conocer el plan de navegación habitual y las características del barco. Ponte en contacto con Nauta Systems, nuestro equipo técnico te guiará durante todo el proceso, desde elegir la mejor opción hasta cómo, dónde y quién pueda hacer la instalación en tu área de navegación habitual.

 

 

 

Es posible convertir a eléctrico desde una pequeña embarcación auxiliar hasta un megayate y si piensas en un barco nuevo ya hay decenas de atilleros que ofrecen la opción de propulsión eléctrica.

Si tienes dudas, ponte en contacto con Nauta Systems, te ofreceremos soluciones.

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